La camelia y su aceite en la tradición japonesa
La camelia, la flor que florece en invierno, fue cosechada durante siglos por mujeres famosas por su piel resplandeciente y su cabello largo y lustroso. Las geishas adoptaron su secreto, usando el aceite de camelia para retirar su icónico maquillaje escénico y nutrir su piel.
Las camelias tienen un legado histórico en Japón, donde la simetría de las flores y sus cualidades duraderas han llegado a simbolizar la pureza, la elegancia y el amor. La camelia japonesa nativa comienza a florecer en febrero, incluso a través de la nieve, ganando el apodo de «rosa del invierno».
Se dice que el mejor aceite de camelia siempre ha sido el de la isla Ooshima, ubicada en el distrito de Tokio y que, además de usarse con fines cosméticos, también sazonaba los platos servidos en las elegantes mesas del antiguo Japón.
En la actualidad el aceite de camelia es un descubrimiento novedoso en algunas partes del mundo, pero las geishas japonesas lo han valorado desde hace tiempo como una de las partes más importantes de sus rituales de belleza. Lo masajean en su rostro para derretir el grueso maquillaje escénico, mantener su piel suave y dar un deslumbrante brillo a su cabello. Los luchadores de sumo y los actores de kabuki también lo usan para esculpir y acondicionar sus peinados, y los chefs guardan pequeñas botellas en sus cocinas para mantener sus cuchillos afilados y evitar la oxidación. La ligereza y la composición sin sabor del aceite de camelia, también lo hace apto para cocinar y freír: un verdadero tratamiento de belleza por dentro y por fuera.
¿Sabías?
El aceite de camelia es rico en ácido oleico y vitaminas A, B, D y E, así como nutritivos Omega 3, 6 y 9. El peso molecular del aceite es casi idéntico al de la piel, lo que le permite absorberse rápida y completamente.
El aceite de camelia tiene más antioxidantes naturales que casi cualquier otro aceite derivado botánico.
Es muy interesante. En
octubre pasaremos por Rubians.
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